Señor, en este cuarto y
último domingo del adviento, sintiendo muy cercano el Nacimiento
del Hijo de Dios, desde las palabras del profeta Isaías, queremos orate con María,
la Virgen de la esperanza, que camina siempre a nuestro lado. Queremos
reconocerla como Profeta de la Alegría.
23 de diciembre de 2023
IV DOMINGO DE ADVIENTO -B
16 de diciembre de 2023
Tercer Domingo de Adviento, -Gaudete = Alegraos-.
El tercer Domingo de Adviento, es el llamado domingo de Gaudete, que en latín quiere decir
“alégrense” o “estad alegres”. Se trata de un domingo especial dentro de este
tiempo de espera y preparación, en el que los cristianos debemos tomar
conciencia de que la venida del Señor está cada vez más cerca, y como símbolo
de que estamos de nuestra alegría, encendemos la vela rosada de rosada, es decir, la tercera
vela de la corona de Adviento que “preanuncia” la alegría mesiánica por la
pronta llegada del Salvador.
San Bernardo en su Sermón
quinto de adviento, en resumen, nos advierte: "En el Adviento viene
el Creador que es al mismo tiempo Hombre y vienen para ayudar al hombre. En
realidad ya estaba aquí, pero su presencia se hace más patente. Si nos llenamos
de Él experimentaremos plenitud y saciedad espiritual. El que sólo ve su venida
como un acto externo para pensar en comidas y adornos, nunca sentirá plenitud
porque Dios será "su estómago". Sabemos que Dios es bueno y
misericordioso por "su venida en ti y a ti". En realidad hay tres
venidas: a los hombres, en los hombres y contra los hombres. La primera y la
tercera son externas. La segunda es interna y es como construir un trono para
Nuestro Señor que se sustenta en siete columnas: la justicia, el prestar ayuda
y consejo (sabiendo que el mejor consejo es la conducta y la verdad), la
fidelidad, la disciplina, prudencia (sería absurdo poner en riesgo la sangre de
Cristo si estuviera en nuestro poder), el temor y el juicio (diferente de la
justicia pues con el mismo nos declaramos indignos y humildes) y practicamos el
juicio después de la justicia. Con estas siete columnas preparamos el bello
edificio para recibir a nuestro Creador".
Trae
a tu pueblo la ansiada salvación.
Verbo
Eterno de la boca del Padre,
Fuiste anunciado por labios de profeta.
¡VEN PRONTO, SEÑOR!
¡LLEGA, OH SALVADOR!
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, LIBERADOR!
¡CIELOS, LLOVED VUESTRA JUSTICIA!
¡ÁBRETE, TIERRA,
HAZ GERMINAR AL SALVADOR!
El
clamor de los pueblos se levanta.
Hijo
de David, las naciones te esperan.
Queremos
la llegada de tu Reino.
Ven
a liberar del pecado a los pueblos.
Emmanuel,
Salvador de las naciones,
Eres
esperanza del pueblo peregrino.
Sol
naciente, esplendor de la justicia,
Tú
nos salvarás con tu brazo poderoso.
9 de diciembre de 2023
II DOMINGO DE ADVIENTO, c. B
II DOMINGO DE ADVIENTO, C. B
Para
Mateo, el evangelio no comienza con la venida de Jesús, sino con un tiempo de
preparación. Uno de los elementos en este texto a tener en cuenta es la Sagrada
Escritura; el evangelio solo se puede comprender auténticamente meditando
incesantemente las páginas de las que Dios ya había hablado. Las palabras que
relata Marcos citando a Isaías, aluden e un camino que hay que preparar: el
camino de Dios hacia Su pueblo y el camino del pueblo hacia Dios.
El
segundo elemento de este evangelio, es el envío de Juan el Bautista, un profeta
capaz de indicar a la humanidad el camino del desierto, el lugar donde Dios
ofrece la posibilidad de una auténtica conversión. El Bautista insiste sobre
todo en la necesidad de esperar a “otro”, uno que debe venir de parte de Dios.
La paradoja de la espera está en el hecho de
que los que creen en el mañana están en disposición de vivir mejor el hoy; que
los que esperan que de la tristeza brote el gozo están en disposición de
descubrir los rasgos de una vida nueva; que los que esperan con impaciencia la
vuelta del Señor pueden descubrir que Él ya está aquí y ahora en medio de
ellos.
Es en la espera fiel y gozosa del Amado donde comprendemos
cómo ya ha llenado nuestras vidas.
Nuestra relación con Dios puede ser cada vez más honda, más madura
mientras esperamos pacientemente Su retorno.
MMP
ORACIÓN
Padre
misericordioso, concédenos poder preparar el camino del Señor y enderezar las
sendas de nuestras vidas. Permítenos ser tierra fértil para dar buenos frutos
de bondad y misericordia. Danos un corazón que escuche tu Palabra para poder
ponerla en práctica. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesús, en el
poder del Espíritu Santo. Amén.