30 de marzo de 2024

FELIZ Y SNTA PASUCA DE RESURRECCIÓN - 2024

                                                                                


Cristo, 

alegría del mundo,
resplandor de la gloria del Padre.
¡Bendita la mañana
que anuncia tu esplendor al universo


         Servid al Señor con alegría, porque la tristeza y el mal humor dañan la generosidad. Ama a Dios con toda el alma y con buena cara. Así agradarás a Él y a los hermanos. Dice la Escritura que la alegría alarga la vida en muchos sentidos (Eclo 30, 21):

         Primero porque la vida sin alegría no merece la pena, y el hombre deja de luchar por ella si está triste. Ante los agobios y calamidades, se suele decir: “¡Esto no es vida!” La alegría siempre abre caminos hacia delante, alarga la vida, no sólo en años sino en calidad y en vivencias de paz. Además, la alegría tiene los brazos muy largos  para poder llegar lejos compartiéndola con los hermanos.

Pero además aquí hablamos de la alegría que tiene su origen en Cristo, en su amor redentor que estamos viviendo tan intensamente en estas celebraciones pascuales. Solo esta alegría es real y duradera, compatible con el sufrimiento que la vida humana conlleva inevitablemente.

         Esta alegría que viene se Dios  tiene como resultado que no sólo tú vas a ser feliz, sino que vas a ayudar a los demás a que también lo sean, ya que se transmite  espontánea y sencillamente, porque es  auténtica y cuanto más se vive y comparte, mayor es la felicidad para poder comunicarla y mayor es  la paz que te devuelve.

La liturgia del tiempo pascual nos repite con mil textos diferentes estas mismas palabras: Alegraos, no perdáis jamás la paz y la alegría; servid al Señor con alegría, pues no existe otra forma de servirle.

     Esta es la autentica y única alegría, no surge porque las cosas van bien, -en este caso  sería una alegría muy efímera-, sino cuando viene de sabernos  amados y salvados por Dios.

     En un himno de la Liturgia de las Horas de este tiempo pascual, se le denomina al Señor: ¡Alegría del mundo!  Cristo, es la fuente de la verdadera alegría, porque Él es la Alegría. Tras su resurrección, todo es novedad en el universo, y en cada uno de nosotros. Él nos ha ganado la vida, la Vida Eterna, y en esperanza la gozamos ya en este mundo. Y la esperanza no es evasión a tiempos mejores, sino  vivir conscientemente el presente que es lo más adecuado para preparar el futuro.

Así, estando  alegres, es la forma de dar gracias a Dios por su amor salvador. La alegría es el primer regalo del nuestro cariño y agradecimiento que le debemos, la manera más sencilla y sincera de demostrar que tenemos conciencia de los de ese amor loco e infinito que nos ha manifestado dando su vida en la cruz por nuestra salvación.

Nuestro Padre Dios está contento con nosotros cuando nos ve felices y alegres con el gozo y la dicha verdaderos. La tristeza nace del desamor o al menos, de la indiferencia con relación a  Él.

Jesús llama dichosos a todos los que sin ver creen, sintámonos así, dichosos de saber que Jesús ha resucitado y con ello, ha vencido a la muerte, ha vencido al pecado, y nos ha devuelto la gracia que perdimos por el pecado.

Vivamos la alegría de la resurrección, en cada uno de los acontecimientos que nos toque vivir, tenemos motivos más que suficientes para ser felices, Dios nos quiere felices, es por eso, que dejándose llevar por su Amor, ofreció a su propio Hijo como Redentor

Dios quiere que le sirvamos con alegría. Por lo que estamos alegres en el Señor dándole gracias y aclamándole con cantos de agradecimiento.
        



                                                                Hna. Adoración V. 

SÁBADO SANTO: Reflexión mística

 

SÁBADO SANTO, DIA DEL GRAN SILENCIO

 El Sábado Santo se conmemora el misterio de Jesús en el sepulcro y su descenso al abismo y con esto cierra el Triduo Pascual: Jueves Viernes  Sábado Santo, por lo que es un día de dolor y tristeza, destinado al silencio, luto, y reflexión, así como lo hicieron en el sepulcro María y los discípulos. Es una jornada, en la que la comunidad cristiana vela junto al sepulcro en silencio. Se le acompaña especialmente a María tras la pérdida de su hijo.

Reflexión mística

“¿Qué es lo que sucede hoy? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio porque el Rey duerme. «La tierra temió sobrecogida» porque Dios se durmió en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios en la carne ha muerto y el Abismo ha despertado.

Va a buscar a nuestro primer padre como si fuera la oveja perdida. Quiere absolutamente visitar «a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte». El, que es al mismo tiempo Hijo de Dios, hijo de Eva, va a librar de su prisión y de sus dolores a Adán y a Eva.

El Señor, teniendo en sus manos las armas vencedoras de la cruz, se acerca a ellos. Al verlo nuestro primer padre Adán, asombrado por tan gran acontecimiento, exclama y dice a todos: Mi Señor esté con todos. Y tomándolo por la mano le dice: «Despierta tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz».

Yo soy tu Dios que por ti y por todos los que han de nacer de ti me he hecho tu hijo; y ahora te digo: tengo el poder de anunciar a los que están encadenados: Salid; y a los que se encuentran en las tinieblas: iluminaos; y a los que dormís: levantaos.

A ti te mando: «despierta tú que duermes», pues no te creé para que permanezcas cautivo en el Abismo; «levántate de entre los muertos», pues yo soy la vida de los muertos. Levántate, obra de mis manos; levántate, imagen mía, creado a mi semejanza. Levántate, salgamos de aquí porque tú en mí, y yo en ti, formamos una sola e indivisible persona.

Por ti yo, tu Dios, me he hecho tu hijo; por ti yo, tu Señor, he revestido tu condición servil; por ti yo, que estoy sobre los cielos, he venido a la tierra y he bajado al Abismo; por ti me he hecho hombre, «semejante a un inválido que tiene su cama entre los muertos»; por ti que fuiste expulsado del huerto he sido entregado a los judíos en el huerto, y en el huerto he sido crucificado. Contempla los salivazos de mi cara que he soportado para devolverte tu primer aliento de vida; contempla los golpes de mis mejillas que he soportado para reformar de acuerdo con mi imagen tu imagen deformada.

Contempla los azotes en mis espaldas que he aceptado para aliviarte del peso de los pecados que habían sido cargados sobre tu espalda. Contempla los clavos que me han sujetado fuertemente al madero; por ti los he aceptado, que maliciosamente extendiste una mano al árbol.

Dormí en la cruz y la lanza atravesó mi costado por ti, que en el paraíso dormiste y de tu costado diste origen a Eva. Mi costado ha curado el dolor del tu costado. Mi sueño te saca del sueño del Abismo. Mi lanza eliminó aquella espada que te amenazaba en el paraíso.

Levántate, salgamos de aquí. El enemigo te sacó del paraíso; yo te coloco no ya en el paraíso, sino en el Trono Celeste. Te prohibí que comieras del árbol de la vida, que no era sino imagen del verdadero árbol; yo soy el verdadero árbol que te alimenta, yo que soy tu Vida y que estoy unido a ti. [Este es el Paraíso Celeste para ti, que comienza ya aquí en la tierra]

El trono de los querubines está preparado, los portadores atentos y preparados, el tálamo construido, los alimentos prestos, se han embellecido los eternos tabernáculos y las moradas, los tesoros abiertos y el reino de los cielos que existe antes de los siglos está preparado para ti.

Con la Celebración Vigilia Pascual, esta noche, toda nuestra tristeza se convertirá en gozo, porque la muerte no ha vencido la vida, todo lo contrario la Vida ha vencido a la muerte. Cristo con su muerte nos grano la vida, la salvación eterna”.

De Una homilía antigua

Oración

Señor todopoderoso, cuyo Unigénito descendió al lugar de los muertos y salió victorioso del sepulcro: te pedimos que nos concedas, sepultados con Cristo por el bautismo, resucitar también con él a la vida eterna.

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Te has dado cuenta de tu implicación en la pasión y muerte de del Señor y de su infinito amor para contigo, que a pesar de todo ha querido  seguir viviendo contigo y en ti?

¿Qué te dice y cuestiona la  el misterio de la Cruz Redentora que fue elegida por el Señor como instrumento de salvación y crees estos días de Semana Santa, ha cambiado en algo la comprensión de tal instrumento Redentor?

¿Te has dado cuenta  la necesidad que tendría la Virgen María, Señora de la Soledad, de compañía y compasión  el sábado  Santo?  


30 de diciembre de 2023

SANTA MARÍA MADRE DE DIOS

 

La solemnidad de “Santa María La Madre de Dios”, es la primera festividad mariana que apareció en la Iglesia occidental. Comenzó a celebrarse en Roma alrededor del siglo IV. En realidad, este título se le atribuyó oficialmente en el concilio de Éfeso, del año 431, pero parece se había consolidado en la devoción del pueblo cristiano desde el siglo III. La celebración en la  Octava de Navidad, coincide con el Año Nuevo porque la primitiva Iglesia lo hizo coincidir  para ayudar a los creyentes a comenzar el año con un sentido cristianamente nuevo, ya que los paganos celebraban ese día con libertinaje y superstición.  En 1931, conmemorando el XV centenario del Concilio de Éfeso, el Papa Pío XI insertó la fiesta litúrgica en el calendario romano general. Con la reforma litúrgica de 1969, pasó a celebrarse el 1 de enero como solemnidad. Este día está así lleno de celebraciones: la Octava de Navidad, la solemnidad de María, Madre de Dios y desde 1968, con Pablo VI, la Jornada Mundial de la Paz.

Los mensajes de este primer día del año son muchos: se nos invita a aprender de la Virgen Madre a "conservar" la Palabra de Dios, y a preguntarnos qué quiere decirnos el Señor Jesús con el paso de los días, sabiendo que estamos bajo el "signo" de la bendición de Dios, como nos recuerda la primera lectura tomada de los Números. Por su “SI” a la voluntad de Dios, María dio a  luz a Jesucristo y también se convierte en Madre de la Iglesia y símbolo de nuestra comunidad cristiana. El Señor fortalece nuestra fe con su palabra que hoy se centra en ella y nos muestra su grandeza a través de la historia.

En este año que termina debemos agradecer a Dios todo lo bueno que de Él hemos recibido que ha sido mucho9 más de lo que vemos y percibimos con nuestros sentidos y pedir perdón por todos los errores que hemos podido cometer. Aquello bueno que no hemos  podido o sabido llevar a cabo y es para bien, le pedimos al Señor que nos dé luz y fortaleza para ponerlo en marcha, a fin de darle gloria siempre y en todo, sin robarle a Dios lo que le pertenece. Que tengamos paciencia con nosotros mismos y que, al mismo tiempo, sea capaz de perdonar y perdonarme para vivir hacia dentro y hacia afuera esa transparencia que nos llene la vida de un optimismo sobrenatural.

Debemos proponernos ser constructores de paz: no esa paz que consiste en un equilibrio del momento, cuando cada cual cede y nadie termina de estar conforme porque es una paz sostenida por pura diplomacia y hasta por solo no complicarnos la vida, pero no sentida y vivida. Buscaremos esa paz que se convierte en reto de amor, la verdad que se apoya en el auténtico amor y que surge de un corazón realmente enamorado, que no se repliega sobre sí mismo. Esa Paz del que sabe perdonar y pedir perdón, aprendiendo de la mirada con la que el Señor nos mira a cada uno. La humildad es una forma clara de no dejar que el enfado, la rabia, los reproches enturbien la propia vida. Con la alegría del que se sabe hijo de Dios y quiere funcionar como tal. Ver, con serenidad, que soy poco por mí mismo, pero soy mucho cuando le dejo obrar a Dios en mí y a través de mí. Esa es la Paz que viene de Dios.

Maternidad de María. La primera gran solemnidad del año que comenzamos es “María como Madre de Dios y Madre nuestra”. Es el primero de los dogmas marianos, del cual proceden todos los demás. Empezaremos una nueva andadura en nuestra peregrinación por esta vida, y nos acogeremos a la intercesión de esta Madre que es de Dios pero también nuestra. Ella quiere ser y lo es en realidad, el puente que nos lleva a su Hijo, por eso es también nuestra “Puerta del Cielo”. Nadie ha sido ni será como ella, ya que fue destinada por el mismo Dios a ser la Madre de nuestro Salvador y está desde el primer momento asociada a la Misión del Mesías de Israel. Podemos decir que ella está al alcance de nuestra mano. Mo puede estar más cercana. Es más, María que nos lleva muy metidos en su corazón materno y no deja nunca de atendernos como a sus hijos queridos, que somos. Pues entonces, Pues entonces no dudemos de ponernos con confianza filial en sus manos para que nos guíe y nos aliente en nuestro camino hacia el Cielo.

LMJPA